Para el desarrollo del taller se motivó a los participantes mediante la dinámica del teléfono roto, con el fin de reconocer la comunicación que hay entre ellos y romper el hielo entre la dinamizadora y el público.
Para esta actividad se hicieron 2 grupos de 8 niños cada uno, a los cuales se les daba un pequeño trabalenguas que debían pasar de compañero en compañero, susurrándolo al oído. El último niño de la fila, debía decirlo en voz alta.
Los trabalenguas eran de 2 versos como por ejemplo: Paco, peco, pico regañaba como un loco a su tío Federico.
Escrito por: Jazmín Ruíz, Agente Cultural de la Biblioteca La Paz
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